De la enseñanza de la escritura. 10

Guía del Escritor, según Phyllis A. Whitney

La presente es una guía, como muchas más que existen, para aquellos que desean escribir y no saben por donde empezar.

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Phyllis A. Whitney (1903-2008), maestra y escritora de literatura para jovenes, por inercia escribía un libro por año. Después de que un alumno le preguntó en la clase cómo trabajaba en sus libros, se percató de que esta era una pregunta difícil de responder, porque ella escribía sin un verdadero plan de trabajo.

Es decir, materialmente se sentaba a escribir acerca de un tema previamente seleccionado, sobre el cual atesoraba el material que encontraba en su camino. Esperaba que la creatividad la iluminara durante esos espacios de tiempo que diariamente apartaba para practicar su oficio, pero que hacía surgir por la fuerza del trabajo. Sin embargo, hubo días en que escribió, y días en que, aunque se esforzara, se pasaron en blanco. Pero al cabo de 12 meses escribiendo de esta manera, con días productivos y días esteriles, produjo un libro. Siguió con esta práctica durante ocho años seguidos y logró escribir 8 libros.

La pregunta que le hizo el niño movió el suelo bajo sus pies, cuenta Phyllis. No tenía una respuesta apropiada. Para no evidenciarse ante su clase, la maestra Whitney preparó una especie de plan de trabajo para exponerloa la clase. Tomó nota del sentido que dicho plan cobraba para sus actividades, y seguidamente lo adoptó para si misma. El resultado fue que ese año escribió dos libros en vez de uno.

Según Russell Ackoff, la planeación “es proyectar un futuro deseado y los medios efectivos para conseguirlo”. A continuación presento el plan de trabajo que Phyllis A. Whitney preparó para su clase y que luego utilizó ella misma para sus actividades escriturales.

Plan de trabajo de Phyllis A. Whitney

 Llevar una bitacora que contenga el proyecto de escritura con los siguientes elementos:

1. Calendario de trabajo. Muestra las fechas en que deben de irse cumpliendo los cometidos propuestos. Por ejemplo:

2 meses para la preparación de la trama

2 meses para escribir el primer borrador

1 mes para revisar y tener listo el manuscrito

1 mes más para revisión después de que los editores leyeron el documento

2. Ideas para el título. Titular un trabajo no es sencillamente llamarlo de algún modo. Para algunos autores, el ponerle titulo a su trabajo es algo que no debe postergarse hasta el final; para otros, esto puede esperar el fin. Pero en muchas ocasiones, encontrarle aunque sea provisionalmente el nombre a la obra, permite abrir ventanas hacia ideas nuevas o ideas que apoyarán la trama del trabajo en ciernes.

3. Cronología.  Lista de fechas de eventos históricos, que ayudan a no perderse en la historia y a que las cosas pasen en el tiempo preciso.

4. Situación. Donde se establecen con algunos detalles, las dificultades que el (los) personaje(s) de la historia está encarando.

5. Tema. La Sra. Whitney menciona que en este punto ella se pregunta a sí misma qué es lo que quiere decir. Significado, sentido, carácter de la obra, cómo esto crece o se deteriora.

6. Problema. En una historia concurren muchos problemas, los personajes pueden verse envueltos en esos problemas que no son los de ellos. Hay que identificar ese problema que ellos tienen y, también, advertir que ellos puedan hacer algo por resolverlo. Si acicateados por el problema los personajes no toman acción, la historia será muy aburrida.

7. Desarrollo. Exploración de la trama desde diversos angulos. No debe dejarse escapar ni el enfoque menos relevante. Anotar aquella pedacería de pensamientos que ocurren a la ventura. Puede haber entradas pequeñas, de un parrafo, o grandes, de varias páginas referentes a la trama, pensamientos con los que se está desarrollando la historia. Conforme el trabajo avanza, estas ideas se pueden ir descartando porque, si no, se vuelve inmanejable.

8. Personajes. Como la gente emerge del argumento, se escogen y enlistan los nombres de los personajes. A menudo pueden ser cambiados hasta que el autor considere que son los apropiados. Después se prepara una especie de minibiografía de cada personaje. Esto le proporciona a cada uno de ellos su propia individualidad, plena de deseos, sentimientos, metas, etc., lo que les permite manifestarse dentro de la historia.

9. Bosquejo. Esta sección comienza muy suscinta y esquemática. El primer bosquejo consiste en poner, p.e. los números de los capítulos con palabras clave o enunciados de actividades bajo cada uno de ellos. Así, se sabrá aproximadamente lo que ocurrirá en cada capítulo. Gradualmente el esqueleto comenzará a llenarse con “pistas” sobre la acción del capítulo pertinente. Cuando hay suficiente información o pistas en cada uno de los capítulos, se pude comenzar un bosquejo detallado de la acción de esos capítulos. Tomando el suficiente tiempo para planear esta sección, se evitará que surjan muchas dificultades que perturben la escritura.

10.Asuntos para checarse. En el desarrollo de un trabajo de este tipo, aparecen hechos o preguntas que reclaman aclaración. Esta sección permite registrarlos para hacerles seguimiento.

11.Anotaciones adicionales. La mejor regla para mantener la producción alta es no regresar cada día sobre lo que ya está escrito. Es recomendable leer lo escrito el día anterior, pero sólo para introducirse al trabajo y darle continuidad. Esto no impide encontrar mejoras para capítulos que ya fueron escritos y quedaron atrás; la diferencia estriba en que, en lugar de intentar mejorar esos capítulos de una vez y abandonar la continuidad del trabajo, se hagan las anotaciones del caso en esta sección. Cuando la revisión del libro se haga al final, entonces se pueden hacer los ajustes necesarios.

12.Bibliografía. Lista de libros, artículos, notas, entrevistas hechas durante el proceso de investigación.

13.Investigación. Sería recomendable que, en lugar de hacer anotaciones de investigación en el cuaderno de planeación del trabajo, se empléen tarjetas de fichero. Cada una de estas registrará la fuente bibliográfica, el tema general, el aspecto específico, y una breve información. Si durante la preparación del trabajo se considera ahondar en alguno de los aspectos específicos, se podrá ir a la fuente original para hacerlo. La utilización de un cuaderno para hacer las anotaciones de investigación, confiere rigidez al manejo de la información.

14.Antecedentes. En esta sección, Whitney anota escenas y escenarios que podrían ser usados en la historia. Caracteres de sitios visitados o entrevistos en fuentes documentales como cine, TV, o libros para viajeros, por ejemplo.

15.Diario. Este espacio es usado para hacer frente a aquellos personajes que rehusan venir a la vida. Es un ejercicio a través del cual el autor lo presenta en primera persona, y lo deja que se exprese. Para el caso de un trabajo de no ficción, en esta sección pueden anotarse aquellos aspectos que se refieren a la búsqueda de información. Que obstáculos se presentaron para obtener tal o cual libro o documento, cuales artículos se consiguieron y cual es el plan de lectura, si la entrevista inicialmente programada ha sido o no posible y porque, etc.

Un mapa no hace un viaje… dice Phyllis, pero yo pienso que sí ayuda a tener una perspectiva del lugar a donde uno se dirige.

Phyllis A. Whitney publicó su primera obra a los 38 años de edad, y la última a los 94 años.

Esta guía, como todo, es adaptable a los tiempos y exigencias de cada persona. Por ejemplo, Georges Simenon escribía las novelas del detective Maigret en 8, 10 o 12 días, según la cantidad de capítulos que le metía a la obra (trabajaba a capítulo por día). El calendario de trabajo de Phyllis, que considera 2 meses para preparar la trama y dos meses para terminar el borrador, cambia con Simenon, quien hacía lo primero en un día y lo segundo entre 7 y 11 días.

Yo no he escrito ninguna novela, ni creo que algún día lo haga; sin embargo, pienso que este esquema, como método de trabajo, es válido para otros géneros más allá de la novela. Es ideal, por ejemplo, para la escritura de nonfiction.

Victoriano Garza Almanza