¿Cómo debe ser la relación entre el tesista y el asesor de tesis?

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“He estado muy triste. Esta vez fui a un psicólogo porque… bueno, alguien tenía que preguntar: ¿cómo te va? Y pensé: ¡tesis, tesis, tesis! Bueno, desde que me levanto hasta que me voy a dormir, pienso en mi tesis”. Andrea, estudiante de posgrado.

En Master Thesis Supervision: Feedback, interpersonal relationships, and adaptivity. RAM de Kleijn

Hay trabajos de investigación de tesis se caen porque la relación entre el tesista y su asesor llega a un punto donde la relación se convierte en una situación insostenible, llevando en esto la peor parte el estudiante.

La relación entre el estudiante que emprende su investigación de tesis y el asesor que lo guiará debe ser de carácter profesional y no de amo a esclavo, como algunos asesores interpretan, donde cada parte se comprometa a realizar responsablemente la tarea que le corresponda. La verdad es que no siempre ocurre así porque, como esa relación llega a durar varios años, el hastío y cansancio se apodera de uno de los dos o de ambos, entonces la comunicación y el trato se deterioran.

Kleijn, Meijer, Pilot y Brekelmans, realizaron un estudio con un grupo 1016 estudiantes de nivel maestría, de tres diferentes departamentos académicos de una universidad alemana, para averiguar cómo es la relación entre los tesistas y sus asesores de tesis (The relation between feedback perceptions and the supervisor–student relationship in master’s thesis projects. Teaching in Higher Education. Vol. 19 Issue 4. 2014.).

Debido a que la mayoría de las investigaciones realizadas sobre este tema habitualmente se enfocan en una sola perspectiva, que es la cognitiva, y a que en el nexo tesista–asesor a veces se establece una relación que va más allá de lo académico, Kleijn et al. enmarcaron su estudio bajo tres perspectivas:

1. Cognitiva

2. Social

3. Emocional

Perspectiva Cognitiva

De acuerdo al grupo de estudiantes encuestado, en este punto la retroalimentación constructiva es una tarea básica del asesor. Esta consiste en varios aspectos, como recibir información concerniente a diversas cuestiones metodológicas de la tesis; despejar dudas; obtener orientación del rumbo que lleva. La relación es más tersa cuando el estudiante llena las expectativas del profesor.

Perspectiva Social

Los autores dicen que como los proyectos de tesis son de larga duración, el binomio tesista–asesor tendrá una relación mayor a uno, dos o más años, lo cual es inevitable. La relación interpersonal refleja afiliación al profesor y su grupo.

Perspectiva Emocional

De tal manera, de esta relación se desprenden vínculos emocionales de diversa índole.

En este contexto, la conexión tesista–asesor puede ser, tanto por la actitud de uno como del otro, positiva o negativa. Un proyecto donde ambos ganan o donde sólo pierde el estudiante cuando no logra su objetivo.

De tal forma, Kleijn y colaboradores encontraron que lo más importante para el estudiante no es en sí la perspectiva cognitiva (pero que sí es la más importante para el asesor), sino la combinación de las perspectivas social y emocional. Es decir, es vital para el tesista sentirse “apadrinado” y, bajo ese manto protector, desarrollar la autoconfianza necesaria para realizar su investigación de tesis.

Cuando esa relación tesista–asesor llega a ser negativa hasta convertirse en tormentosa, la peor parte (casi) siempre la saca el estudiante.

Es por este motivo –que casi nunca lo perciben los jóvenes estudiantes–, que el tesista debe mirar más allá de la perspectiva cognitiva al momento de seleccionar al potencial asesor, y tiene que entender que probablemente surgirá una relación cargada de simpatía o antipatía que incidirá en el resultado final de su esfuerzo.

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Victoriano Garza Almanza

Frontera MEX–US

Viernes 5 de octubre del 2018